Se insta a los turistas a hacer esto tan pronto como se registren en el hotel

Nada supera pasar una temporada en otro país, desconectar de la rutina. Sin embargo, aunque ir de vacaciones sea genial, a veces tiene sus desventajas. Muchas personas han experimentado lo que se conoce como un brote vacacional, con irritaciones cutáneas inexplicables.

Ahora, un experto en cuidado de la piel ha descubierto las razones por las que ocurre y cómo prevenirlo. Quizás pienses que tiene que ver con productos inadecuados para el cuidado de la piel, el aire del avión o el cambio climático, pero en realidad es mucho más sencillo, y con pequeñas acciones, los turistas pueden marcar la diferencia.

Según Ryan Porter de Fat Cow Skincare , la amenaza al brillo de tus vacaciones está en la cama de tu hotel, y dice que los viajeros deberían cambiar o cubrir la funda de su almohada en el momento del check-in.

Aunque la habitación de su hotel pueda parecer impecable, las fundas de almohadas podrían albergar una mezcla de irritantes para la piel, lo que constituye un desastre total para las pieles sensibles.

Ryan explicó: «La mayoría de la gente no sabe que la ropa de cama de hotel se somete a un proceso de lavado industrial con detergentes y lejías agresivos que pueden dejar residuos en las telas. Estos productos químicos pueden causar reacciones inmediatas como enrojecimiento, sequedad e irritación, especialmente en personas con piel sensible».

Sin embargo, no son solo los productos de limpieza los que representan una amenaza. Las fundas de almohada de hotel pueden acumular bacterias, células cutáneas muertas y aceites de huéspedes anteriores, incluso después del lavado.

El experto explicó que la alta rotación de personal en los hoteles a menudo implica que las sábanas se pueden reutilizar varias veces entre limpiezas profundas, lo que crea el caldo de cultivo perfecto para las bacterias que causan el acné.

Si bien los hoteles siguen protocolos de limpieza, la rapidez de los procesos a veces implica que se pueden recortar gastos . Las fundas de almohada pueden limpiarse localmente en lugar de lavarse completamente o a temperaturas que eliminan los gérmenes, pero no eliminan todos los residuos.

Ryan afirma que los detergentes de alta potencia, que a menudo contienen sulfatos, abrillantadores ópticos y fragancias, están diseñados para mejorar la eficiencia, no la salud de la piel. Por lo tanto, provocan reacciones alérgicas y alteran la barrera cutánea natural.

Los ácaros del polvo son otra preocupación. Estas criaturas microscópicas prosperan en ambientes cálidos y húmedos y se alimentan de células cutáneas muertas. La exposición a los ácaros del polvo puede provocar inflamación y brotes en personas con alergias o piel sensible.

Las consecuencias de dormir sobre fundas de almohada contaminadas pueden manifestarse en cuestión de horas. Los brotes de acné son el problema más común, sobre todo en las mejillas y la mandíbula, donde el rostro entra en contacto directo con la tela.

Las reacciones alérgicas son otro riesgo, y varían desde un enrojecimiento leve hasta picazón, inflamación intensa y urticaria. Incluso si no suele tener la piel sensible, la combinación del estrés del viaje y la exposición a irritantes desconocidos puede desencadenar reacciones inesperadas.

Afortunadamente, Peter ha dado algunas recomendaciones para brindar esa capa de protección. La solución ideal sería llevar tu propia funda de almohada, hecha de fibras naturales como el algodón o el bambú. La funda debe lavarse con un detergente suave y sin perfume antes de viajar.

Si no tienes espacio en tu maleta, una camiseta de algodón limpia colocada sobre la almohada del hotel también funcionará, ya que crea "una barrera instantánea entre tu piel y las telas potencialmente irritantes".

La última opción es simplemente solicitar sábanas limpias al registrarse y preguntar específicamente cuándo se lavaron por última vez. "La mayoría de los hoteles estarán encantados de proporcionar fundas de almohada recién lavadas si explica que tiene piel sensible", añadió.

El simple hecho de llevar tu propia funda de almohada o cubrir la del hotel crea una superficie limpia y fresca para tu piel. Es un pequeño gesto que, literalmente, puede hacer que tu piel brille o la arruine durante las vacaciones. Siempre les digo a mis clientes: «Si no comerías en un lugar sucio, ¿por qué dormirías en una funda de almohada sucia?», concluyó.