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Necesitamos hablar de gases: ¿cómo está tu salud digestiva?

Necesitamos hablar de gases: ¿cómo está tu salud digestiva?

¿Has oído hablar del término inglés "fart walk"? La expresión se ha extendido en redes sociales para describir un hábito que puede marcar la diferencia en la salud intestinal: caminar un poco después de las comidas para ayudar a liberar gases.

De hecho, los movimientos ayudan a estimular los músculos abdominales, lo que facilita el flujo de los procesos digestivos, incluyendo la liberación de gases. Sin mencionar la comodidad (individual y social) de eliminar estos gases al aire libre, en lugar de en entornos donde el olor estaría más concentrado.

Pero incluso aquellos que aún no son fanáticos del "ped walk" pueden beneficiarse de la tendencia: volverse viral arroja luz sobre un tema del que no todos pueden hablar sin vergüenza, pero que representa un indicador importante de la salud gastrointestinal.

Gas: qué es normal y qué no

Algunos gases provienen del aire que tragamos al hablar, masticar o beber líquidos. Otra parte es producida por bacterias que viven en nuestros intestinos, responsables de fermentar los alimentos que no se han digerido completamente. "Es parte de la fisiología natural del sistema digestivo", afirma el cirujano digestivo Gustavo Patury de Rede D'Or.

Los gases, conocidos como flatulencia , son producto de la fermentación bacteriana de la fibra y los sustratos alimenticios. «Esta fermentación suele ocurrir en el colon o intestino grueso, pero también puede ocurrir en el intestino delgado», explica la gastroenteróloga Luísa Leite Barros , del Hospital de Clínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (HC-FMUSP).

Este grupo de microorganismos que habitan el intestino se denomina microbiota y está compuesto principalmente por bacterias, pero también por virus y hongos. Además de facilitar la digestión, participa en la producción de vitaminas, la defensa contra microorganismos dañinos y la regulación del sistema inmunitario. Según el gastroenterólogo, la fermentación de los alimentos a través de la microbiota aumenta la disponibilidad de nutrientes e influye en el metabolismo, reduciendo la inflamación y el riesgo de enfermedades.

Cantidad, olor, facilidad de liberación o retención... Todo esto revela algo sobre tu salud intestinal. Los gases con un olor muy fuerte o en cantidades excesivas, por ejemplo, pueden indicar que necesitas ajustar tu dieta o incluso una evaluación médica con pruebas exhaustivas. Aquí, los expertos explican qué es importante observar en tu cuerpo para la eliminación de gases:

Frecuencia

En promedio, cada persona expulsa gases de 10 a 20 veces al día. Cuando la frecuencia aumenta, es importante vigilar de cerca. "Algunas personas pueden experimentar gases recurrentemente, asociados con alimentos que normalmente no fermentan", explica la gastroenteróloga Luísa Leite Barros del HC-FMUSP.

En los últimos años, hemos observado un aumento de las quejas relacionadas con la hinchazón y la flatulencia. Esto se debe a que hasta un 10 % de la población mundial ha sido diagnosticada con síndrome del intestino irritable [ un trastorno que afecta la función intestinal ] y a una manipulación dietética excesiva, añade.

El consumo excesivo de proteínas como carne, huevos y proteína de suero, un suplemento que se ha vuelto muy popular recientemente, por ejemplo, puede alterar la microbiota intestinal, inducir una fermentación excesiva y generar más gases de lo normal.

El médico destaca también que el desequilibrio de la microbiota y la fermentación agravada por el mayor consumo de fibra y legumbres como brócoli, col rizada, frijoles, garbanzos y lentejas también es común en personas que siguen dietas vegetarianas o veganas.

Oler

Los gases pueden tener un olor desagradable desproporcionado al habitual, lo que también puede ser motivo de preocupación. « El olor se relaciona principalmente con la fermentación de proteínas y compuestos sulfurados [ sustancias que contienen azufre ]», explica el cirujano Gustavo Patury. Alimentos como la carne roja, los huevos, la cebolla, el brócoli y la coliflor producen más gases malolientes. «Si el olor es muy intenso y frecuente, puede indicar mala digestión, intolerancia a la lactosa o la fructosa, o disbiosis intestinal, que es un desequilibrio en la microbiota», señala.

¿Ruidoso o silencioso?

"El ruido se produce cuando el gas pasa rápidamente por zonas estrechas del intestino o el recto, provocando la vibración de las paredes del canal anal", explica Patury. Los gases silenciosos escapan más lentamente, con menor presión. Los gases ruidosos reflejan mayor presión y velocidad de salida, pero no se relacionan con la gravedad clínica.

Gases atrapados

Algunas personas sufren dolor y molestias a causa de la retención de gases. «Esta dificultad puede ser más frecuente en personas con estreñimiento», afirma la gastroenteróloga Luísa. En este caso, conviene comprobar la integridad del intestino delgado y el colon mediante exámenes como una colonoscopia. «Además, se recomienda la colonoscopia para detectar cáncer de intestino en todas las personas mayores de 45 años. Es importante buscar ayuda médica antes de atribuir los síntomas intestinales únicamente a la fermentación o intolerancias alimentarias», enfatiza.

El cirujano Gustavo Patury enfatiza que los medicamentos antigases son seguros, pero deben usarse como una medida temporal y no como una solución permanente. "Si la necesidad es frecuente, se debe investigar la causa", advierte.

Esté atento a otros síntomas.

Los gases también se convierten en una señal de alerta cuando se acompañan de otros síntomas, como:

• Dolor abdominal intenso o persistente

Distensión abdominal excesiva

Cambios en los hábitos intestinales (diarrea crónica, estreñimiento severo)

Sangre en las heces o pérdida de peso inexplicable

En estos casos, es importante investigar enfermedades como intolerancias alimentarias, síndrome del intestino irritable, enfermedad celíaca o incluso obstrucciones intestinales”, comenta el cirujano de Rede D'Or.

Gases “más saludables”

Como has visto, la formación de gases es natural y forma parte de la digestión normal, pero algunas precauciones pueden ayudar a mantenerlos más saludables (con menos volumen, olor y molestias). Algunos consejos importantes, según los expertos, son:

– Dieta equilibrada: evitar el exceso de alimentos ultraprocesados ​​y preferir fibras naturales (frutas, verduras y legumbres).

– Hidratación adecuada: el agua ayuda al tránsito intestinal.

– Masticación correcta: comer despacio, sin hablar demasiado mientras se mastica, reduce la deglución de aire.

– Actividad física: esencial para estimular el peristaltismo intestinal (movimiento que empuja los alimentos a través del tracto gastrointestinal).

– Ropa cómoda: aunque la ropa ajustada, como pantalones o vestidos ajustados o incluso fajas, no produce gases, sí puede aumentar la sensación de malestar y de hinchazón.

– Consumo moderado de alcohol, refrescos y edulcorantes artificiales.

– Evaluación médica: en casos de síntomas persistentes se pueden indicar pruebas como colonoscopia, pruebas de intolerancia alimentaria o análisis de microbiota.

IstoÉ

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