Niños que se ahogan, qué hacer para evitarlo: consejos de los expertos

El verano está comenzando de nuevo y las noticias reportan casos de niños ahogados en piscinas públicas y privadas. Más de la mitad de los ahogamientos en piscinas involucran a niños de hasta 12 años, y en general, de las aproximadamente 330 personas que mueren de promedio cada año por esta razón, el 12% son menores de 18 años. Esto se destaca en el segundo informe del Observatorio para el desarrollo de una estrategia nacional para la prevención de ahogamientos y accidentes en aguas de baño en el último informe del Istituto Superiore di Sanità. Con motivo de la publicación, y anticipándose a las vacaciones de verano, un período durante el cual se registra el pico de accidentes, el Instituto ha lanzado, junto con 9 Regiones, un video con consejos para padres, quienes en muchos casos cometen errores en la vigilancia basados en falsas creencias.
Los datosEl informe recopila datos de diversas fuentes, incluyendo bases de datos del Istat y una encuesta realizada por el ISS mediante el análisis de artículos sobre accidentes de ahogamiento en diversos medios nacionales. A continuación, se presentan los datos principales.
Ahogamiento en niñosEn Italia, un promedio de 328 personas de todas las edades mueren cada año por ahogamiento. En el quinquenio 2017-2021 (datos del Istat), 1642 personas murieron por ahogamiento. De ellas, el 12,5 % (o 206) tenían entre 0 y 19 años. Esto equivale a unas 41 muertes anuales de niños o adolescentes, y los varones representan un significativo 81 % de todas las muertes por ahogamiento en edad pediátrica. La tasa de mortalidad es de 0,4/100 000 habitantes. Los casos aumentan con la edad, aunque no de forma lineal (el grupo de 1 a 4 años presenta más casos que el de 5 a 9 años), hasta llegar a los adolescentes, que por sí solos representan el 53,4 % de todos los ahogamientos de 0 a 19 años.
Falta de atención de los adultosEn casi todos los casos, el niño que no sabe nadar se ahoga porque escapa a la atención de sus padres, cae al agua o, jugando en ella, termina en aguas profundas. Incluso las piscinas domésticas han contribuido al aumento del número de accidentes y ahogamientos, y el 53 % de los ahogados en piscinas son niños de hasta 12 años. «El agua, incluso en un charco o estanque, ejerce una atracción fatal sobre cualquier niño —explica Vincenzo Ferrara , editor del informe—. En las piscinas inflables, el riesgo de que un niño pequeño, que apenas empieza a caminar, caiga es muy alto. Cabe recordar que un niño que cae al agua desaparece de la vista en 20 segundos».
Errores y falsas creenciasLos artículos utilizan con frecuencia la frase «el niño escapó de su padre/madre, quien lo perdió de vista por unos instantes». Una de las causas más comunes de ahogamiento infantil es precisamente la falta o la inadecuada supervisión de los adultos. En un estudio publicado en el informe, estos admitieron, mientras supervisaban a su hijo cerca del agua, haber hablado con otros (38%), tener que supervisar a otro niño, estar ocupados leyendo (18%), comiendo (17%) y hablando por teléfono (11%).
La idea de la responsabilidad del socorristaEntre los padres de niños de 0 a 12 años, casi la mitad (48%) creía erróneamente que oiría chapoteos o lloraría si su hijo estuviera en peligro en el agua. Además, el 56% creía que un socorrista, si estaba presente, era el principal responsable de supervisar a su hijo, y el 32% informó haber dejado a su hijo completamente desatendido en una piscina durante 2 minutos o más.
Consejos para limitar los accidentes, la campañaDurante el verano, es fundamental que quienes vayan al mar, al lago o a la piscina sigan algunos consejos para prevenir ahogamientos. Los principales se han recopilado en un vídeo, realizado en colaboración con Friuli-Venecia Julia, Liguria, Molise, Piamonte, Cerdeña, Toscana, Umbría, Véneto y Sicilia, en el que un pequeño pez llamado Salvo explica a los padres cómo prevenir accidentes. El vídeo se difundirá en las redes sociales del Instituto y de las regiones adheridas, y está disponible para quienes deseen difundirlo.
Aquí están los principales consejos:
- Preferiblemente bucear en aguas supervisadas donde haya personal cualificado capaz de intervenir en caso de emergencia.
- Evite bucear en mares agitados o cerca de cuerpos de agua con corrientes de resaca. Es fundamental conocer las condiciones del mar antes de bucear.
- Observe atentamente las señales y siga las instrucciones de los supervisores. Esto puede ayudar a identificar zonas peligrosas y comportamientos que deben evitarse.
- Educar a los niños sobre el agua desde pequeños. Enseñarles a nadar y a comportarse en el agua de forma segura puede reducir significativamente el riesgo de accidentes.
- Evite sumergirse en el agua repentinamente después de comer o después de una exposición prolongada al sol.
- Evite bucear desde acantilados o en zonas no protegidas y tenga cuidado de bucear solo en aguas de profundidad adecuada.
repubblica