Esta dieta retrasa la demencia y las enfermedades cardíacas, según un estudio a largo plazo
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La alimentación puede determinar la salud con la que envejecemos. Esto se desprende de un amplio estudio sueco que realizó un seguimiento a más de 2400 personas mayores durante quince años.
Conclusión: una dieta rica en verduras, cereales integrales, frutos secos y grasas saludables retrasa el desarrollo de enfermedades crónicas como problemas cardiovasculares y demencia. Sin embargo, consumir mucha carne roja, carne procesada y bebidas azucaradas acelera el proceso.
Los investigadores del Instituto Karolinska examinaron cuatro tipos de patrones dietéticos. Tres de ellos consistían en alimentos saludables y priorizaban productos vegetales, cereales integrales y grasas insaturadas. El cuarto patrón, en cambio, se describió como proinflamatorio, con altos niveles de carne roja y procesada, refrescos y cereales refinados.
Los resultados fueron claros: las personas mayores que siguieron dietas saludables y consumieron principalmente alimentos sanos desarrollaron múltiples enfermedades con mayor lentitud. Esto fue especialmente cierto en el caso de las enfermedades cardiovasculares y la demencia. El efecto fue menos perceptible en el caso de los trastornos musculares y óseos.
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«Nuestros resultados demuestran la importante influencia de la dieta en el desarrollo de múltiples enfermedades en etapas posteriores de la vida», afirma el investigador Adrián Carballo-Casla. El equipo ahora quiere investigar más a fondo qué recomendaciones dietéticas tienen mayor impacto y para qué grupos de adultos mayores son más eficaces.
Las dietas estudiadas incluyeron variantes tan conocidas como el estilo de vida mediterráneo (rico en verduras, pescado y aceite de oliva) y la dieta MIND, desarrollada específicamente para reducir el riesgo de demencia.
- La dieta mediterránea se basa en un consumo abundante de verduras, frutas, legumbres, cereales integrales, pescado y aceite de oliva. Alimentos como la carne roja y los dulces rara vez se incluyen en el menú. Estudios previos demuestran que este patrón de alimentación no solo es beneficioso para el corazón y los vasos sanguíneos, sino que también reduce el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
- La dieta MIND : desarrollada específicamente para reducir el riesgo de demencia. Es una combinación de las dietas mediterránea y DASH (centrada en una presión arterial saludable). Pone especial énfasis en las verduras de hoja verde, las bayas y los frutos secos: alimentos diseñados para mantener el cerebro sano.
- La dieta AHEI (Índice de Alimentación Saludable Alternativa) : una guía más general que evalúa la adecuación de tus hábitos alimenticios a lo que los expertos consideran saludable. Es rica en verduras y cereales integrales, y baja en carnes procesadas, azúcar y grasas saturadas.
Aunque el estudio se centra en adultos mayores, el mensaje es más amplio: quienes adoptan hábitos alimenticios saludables a temprana edad pueden desarrollar una mayor protección para la vida adulta. Un puñado de frutos secos, un plato de verduras, pasta integral en lugar de pan blanco: todas estas son pequeñas decisiones con un gran impacto a largo plazo.
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