Los incendios forestales de 2025 en España serán los más destructivos de la historia del país

Los incendios forestales mortales que asolan España han quemado el equivalente a casi medio millón de campos de fútbol este año, estableciendo un nuevo récord para el país en agosto, dijo el lunes un monitor europeo.
Los incendios han quemado hasta ahora más de 343.000 hectáreas (848.000 acres), según datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (Effis), superando el récord de 306.000 hectáreas del mismo período de 2022.
Portugal estableció el récord europeo de 563.000 hectáreas quemadas en 2017, cuando murieron 119 personas. El país ya ha sufrido 216.000 hectáreas quemadas en 2025, según Effis, que lleva dos décadas recopilando datos.
Los incendios que han afectado a España este año se han centrado en las regiones del noroeste de Galicia y Castilla y León, y se han cobrado cuatro vidas.
El incendio forestal de Molezuelas, que se está produciendo entre las provincias de León y Zamora, en el norte del país, también ha sido calificado por la prensa española como el peor incendio de la historia del país, con 38.000 hectáreas destruidas.
Dos bomberos murieron el domingo, uno en cada país, ambos en accidentes de tráfico, elevando el número de muertos a dos en Portugal y cuatro en España.
La consejera de Protección Civil y Emergencias del Estado, Virginia Barcones, explicó a la cadena TVE que en estos momentos hay 23 "incendios activos" que suponen una amenaza grave y directa para la población.
Los incendios, que ya van por su segunda semana, se concentraron en las regiones del noroeste de Galicia, Castilla y León y Extremadura.
En la provincia gallega de Ourense, los signos de los incendios estaban por todas partes, desde bosques cenicientos y suelo ennegrecido hasta casas destruidas, con un humo denso que obligaba a la gente a usar mascarillas.
Los bomberos luchaban por apagar los incendios, mientras los vecinos, vestidos sólo con pantalones cortos y camisetas, utilizaban agua de mangueras y baldes para intentar detener la propagación.
Un vecino de O Barco de Valdeorras, mientras rociaba su casa con agua de una manguera, describió el incendio que arrasó su zona como "como una bomba".
"Vino desde abajo y fue como un huracán", dijo. "Lo bueno fue que en dos minutos subió y no se quedó aquí mucho tiempo".
"Si no, nuestra casa se habría quemado, no habría sobrevivido".
'Situación complicada'
Barcones dijo que esperaba que las condiciones meteorológicas mejoraran para ayudar a controlar los incendios. La agencia meteorológica española indicó que la ola de calor, que ha alcanzado temperaturas de hasta 45 °C en algunas partes del país, estaba llegando a su fin.
Por otra parte, las autoridades de Turquía dijeron que dos grandes incendios habían sido controlados, mientras que la lluvia y la caída de las temperaturas ayudaron a los bomberos a extinguir docenas de incendios en los Balcanes.
España está recibiendo ayuda de aviones de extinción de incendios de Francia, Italia, Eslovaquia y Países Bajos, mientras que Portugal recibe apoyo aéreo de Suecia y Marruecos.
"Es una situación muy difícil, muy complicada", dijo a TVE la ministra de Defensa española, Margarita Robles.
"El tamaño y la gravedad de los incendios y la intensidad del humo, visible desde el espacio, dificultaban la "acción aérea", añadió.
Las autoridades de Castilla y León dijeron que un bombero murió el domingo por la noche cuando el camión cisterna que conducía volcó en un camino forestal empinado y cayó por una pendiente.
Otros dos bomberos voluntarios han muerto en Castilla y León, mientras que un empleado rumano de una escuela de equitación al norte de Madrid perdió la vida intentando proteger a los caballos del incendio.
En Portugal, el presidente Marcelo Rebelo de Sousa informó que un bombero murió el domingo en un accidente de tránsito que dejó a dos colegas gravemente heridos.
Un ex alcalde de la ciudad de Guarda, al este del país, murió el viernes mientras intentaba apagar un incendio.
Unos 2.000 bomberos fueron desplegados el lunes en el norte y centro de Portugal, y aproximadamente la mitad de ellos se concentraron en la ciudad de Arbanil.
Unas 216.000 hectáreas de tierra han sido destruidas en Portugal desde principios de año.
Con información adicional de Alex Dunham, editor de The Local España.
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