Psicología. Tu apariencia, tu relación... ¿Es normal compararse constantemente con los demás?

¿Te consideras menos atractivo que tu primo? ¿Sientes que los demás son más felices o tienen más éxito profesional que tú? Compararse con los demás es natural.
Esto te ayuda a ubicarte en un contexto determinado. E incluso a motivarte para ser mejor en un deporte o en el trabajo. Pero no debería ser más que eso.
Porque «compararse constantemente con los demás, generalmente para ver que se es menos de esto o más de aquello, revela sobre todo una falta de confianza en uno mismo y de autoestima», explica Sophie Maretto, psicóloga en París.
“Compararnos excesivamente con los demás habla más de nosotras mismas y de nuestros propios miedos”, continúa. “Tengo miedo de no tener éxito en mi trabajo, de no encontrar el amor, de no ser feliz. Y, en general, de no ser suficiente”.
El principal riesgo: «desarrollar celos , envidia y resentimiento, que paralizan. Corremos entonces el riesgo de perdernos nuestras propias vidas», advierte.
Las redes sociales están acentuando la tendenciaDesde hace varios años, el uso generalizado de las redes sociales ha fomentado aún más las comparaciones. De hecho, en una sociedad basada en la imagen y la apariencia, los jóvenes —y los no tan jóvenes— están expuestos a la vida de los demás.
Peor aún, se trata de las vidas de otros, pero bajo una ilusión de perfección. Porque, muy a menudo, lo que la gente revela en sus perfiles solo refleja una parte de la realidad. «La ilusión de que otros tienen vidas perfectas nos expone a vivir indirectamente», advierte Sophie Maretto. Pero «la perfección no existe», nos recuerda.
Le Progres