Bronquiolitis infantil: ¿cómo prevenirla, diagnosticarla y tratarla?

La bronquiolitis es una infección viral de las vías respiratorias pequeñas, llamadas bronquiolos, ubicadas en los pulmones. Varios virus pueden causar bronquiolitis, incluyendo los rinovirus, pero el más común es el virus respiratorio sincitial (VRS).
La epidemia de bronquiolitis regresa cíclicamente en Francia durante el período más frío, generalmente entre mediados de octubre y mediados de marzo. Cada año, aproximadamente el 30 % de los niños menores de 2 años se ven afectados, y Salud Pública France estima que, para cuando cumplen 2 años, más del 90 % de los niños habrán contraído una infección por este virus, la mayoría de las veces sin consecuencias.
2. ¿Cuáles son los síntomas?Los síntomas de la bronquiolitis pueden variar en gravedad, pero los signos más comunes incluyen:
- Congestión nasal: El bebé tiene la nariz tapada o que moquea.
- Tos: El niño desarrolla una tos seca y persistente.
- Fiebre: La inflamación puede causar fiebre, a veces alta.
- Sibilancias: El lactante presenta ruidos sibilantes debido a la inflamación de los bronquiolos.
- Dificultad para respirar: algunos bebés pueden mostrar signos de dificultad respiratoria, respiración rápida o “tirón” (un hundimiento del pecho durante la respiración, un signo de esfuerzo significativo).
- Vómitos: En algunos casos, la fiebre y/o la congestión pueden provocar vómitos, con el riesgo asociado de deshidratación.
Si cree que su hijo tiene bronquiolitis, solicite una cita con su médico, quien podrá evaluar la gravedad de sus síntomas.
Y si bien es importante no saturar los hospitales , algunos casos aún requieren atención médica rápida: si su hijo tiene menos de seis semanas o es un bebé prematuro de menos de tres meses, si ya tiene una enfermedad respiratoria o cardíaca identificada, si bebe menos de la mitad de sus biberones en tres comidas o si los vomita, pero también si duerme constantemente, o por el contrario, llora inusualmente y no puede conciliar el sueño durante largas horas, consulte de inmediato, marcando el 15, donde un médico lo remitirá ya sea al médico general o a urgencias.
Por último, evite el contagio. La bronquiolitis es muy contagiosa, así que limite el contacto de su hijo con otras personas y lávese bien las manos para prevenir la propagación del virus.
La mayoría de los casos de bronquiolitis son leves y se resuelven espontáneamente en pocos días. El tratamiento de la enfermedad en lactantes se basa principalmente en el control de los síntomas, ya que no existe un medicamento antiviral específico. Además, al ser una infección viral, no se necesitan antibióticos.
El médico puede recetar medicamentos para bajar la fiebre, mantener la hidratación, limitar los vómitos o dilatar los bronquios. En algunos casos, se pueden prescribir sesiones de fisioterapia respiratoria. La hospitalización es muy poco frecuente.
Además, si su hijo está enfermo, límpiele la nariz regularmente con pipetas salinas para ayudarle a eliminar las secreciones, al menos seis veces al día, especialmente antes de las comidas o del biberón. Asegúrese también de que se mantenga bien hidratado y, si es necesario, divida sus comidas para facilitarle la alimentación. Ventile las zonas de estar para que circule el aire y no las cubra demasiado. Precaución: incluso si tiene dificultades respiratorias, no se recomienda elevar el colchón de su hijo ni que duerma boca abajo.
En cualquier caso, evite utilizar medicamentos de venta libre, como jarabes para la tos , que a menudo son inútiles o incluso peligrosos.
La prevención es esencial para contener la epidemia de bronquiolitis en bebés. Si bien la enfermedad afecta principalmente a niños pequeños, niños mayores y adultos pueden ser portadores del virus sin saberlo. Por lo tanto, varias medidas sencillas pueden reducir significativamente el riesgo de contagio. Estas medidas se aplican tanto a la bronquiolitis como a otros virus, como la gripe o la COVID-19 .
Como primer paso, limite al máximo la exposición de los bebés menores de tres meses a otras personas durante la epidemia. Restringa las visitas al círculo más cercano, prohíba los besos y abrazos y, siempre que sea posible, sugiera a sus invitados que usen mascarilla cerca del bebé.
Lávese las manos a diario antes y después de tener contacto con su bebé, y lave regularmente sus juguetes y peluches. Si está resfriado, tos o fiebre, use mascarilla al cuidar a su bebé. Si sus hermanos presentan síntomas leves de una infección viral, procure mantenerlos alejados de su bebé lo más posible durante la fase aguda de la infección.
Evite en lo posible los lugares cerrados y llenos de gente, como supermercados, restaurantes o transporte público, con su bebé.
Ventile el espacio vital de su bebé durante al menos 10 minutos al día, especialmente su habitación, y evite fumar dentro de la casa.
Por último, Salud Pública Francia aconseja evitar en la medida de lo posible el acceso a un medio comunitario (guarderías, MAM, centros de día, etc.) antes de los tres meses de edad, aunque la baja por maternidad finalice solo dos meses y medio después del nacimiento del niño.
El pasado agosto, Beyfortus, un tratamiento para la bronquiolitis , recibió la opinión favorable de la Autoridad Nacional de Salud de Francia para su comercialización. Este tratamiento preventivo se compone de un anticuerpo monoclonal que impide que el virus VRS, causante de la mayoría de los casos de bronquiolitis, infecte el organismo. Una sola inyección sería necesaria para proteger al bebé durante al menos cinco meses.
El gobierno encargó inmediatamente 200.000 dosis a su fabricante, Sanofi, por una cantidad desconocida. Sin embargo, dada la magnitud de la demanda, el tratamiento, inicialmente previsto para farmacias, se reservó finalmente para las salas de maternidad, donde se administra gota a gota a los recién nacidos más frágiles. Hasta la fecha, ya se han administrado aproximadamente 100.000 dosis. La eficacia de Beyfortus solo se medirá realmente al final del invierno, cuando se complete la evaluación de la epidemia.
La temporada pasada, la epidemia de bronquiolitis fue la más intensa en más de diez años, con decenas de miles de bebés hospitalizados.
SudOuest