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El fruto seco bajo en calorías y rico en proteínas que cuida tu microbiota intestinal

El fruto seco bajo en calorías y rico en proteínas que cuida tu microbiota intestinal

Los frutos secos son altamente nutritivos pero suelen ser calóricos, lo que lleva a muchas personas a evitarlos en dietas de control de peso. Sin embargo, no todos aportan la misma cantidad de energía. Existen opciones más ligeras que no solo ayudan a mantener una alimentación equilibrada, sino que además apoyan la salud intestinal y aportan proteínas vegetales, esenciales para el correcto funcionamiento del organismo.

Las proteínas son imprescindibles para el desarrollo y la reparación celular, la producción de enzimas y hormonas, así como para mantener el sistema inmunológico en buen estado. Aunque suelen asociarse a alimentos de origen animal, existen fuentes vegetales con alto contenido proteico ideales para quienes siguen una dieta vegetariana o vegana.

Foto: Aurelio Rojas, cardiólogo, sobre el hábito de tomar café cada mañana: ¿Acorta tu vida?

Los pistachos, además de ser fáciles de consumir y sabrosos, son una de las variedades más completas desde el punto de vista nutricional. Aportan grasas saludables, fibra, antioxidantes y proteínas de alta calidad. Representan una excelente alternativa para quienes desean cuidar su salud sin renunciar a un snack saciante y lleno de propiedades.

Con aproximadamente 159 calorías por cada 28 gramos, se sitúan entre los frutos secos con menor densidad energética. Además, cerca del 14% de su contenido calórico procede de las proteínas, lo que los convierte en uno de los más proteicos, solo superados por las almendras. También son ricos en aminoácidos esenciales, aquellos que el cuerpo humano no puede sintetizar y que deben incorporarse a través de la alimentación.

Beneficios

El contenido en fibra de los pistachos favorece el tránsito intestinal y alimenta a las bacterias beneficiosas del intestino, lo que ayuda a mantener una microbiota equilibrada. Esta fibra actúa como prebiótico y es fermentada en el colon, produciendo ácidos grasos de cadena corta como el butirato, asociado a un menor riesgo de desarrollar enfermedades digestivas, cardiovasculares e incluso ciertos tipos de cáncer. Un estudio reveló que el consumo de pistachos incrementa la presencia de bacterias intestinales productoras de butirato en mayor medida que las almendras.

Los pistachos son también una fuente importante de vitamina B6, un nutriente esencial para la formación de hemoglobina y la regulación del azúcar en sangre. Además, aportan luteína y zeaxantina, antioxidantes que ayudan a proteger los ojos frente a los daños causados por la luz azul y la degeneración macular asociada a la edad.

Su riqueza en polifenoles y tocoferoles completa un perfil nutricional que contribuye a la prevención de enfermedades crónicas como el cáncer o las afecciones cardiacas. Por todo ello, los pistachos no solo son un tentempié sabroso, sino un auténtico superalimento vegetal que puede formar parte de una dieta equilibrada, incluso en personas que controlan su ingesta calórica.

El Confidencial

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