¿Cómo entró el Hospital Internacional de Colombia a la red médica más exigente del mundo? Esto revela su director

Por primera vez en la historia, un hospital colombiano fue aceptado en la prestigiosa red de la Clínica Mayo, una de las instituciones médicas más reconocidas del mundo.
Se trata del Hospital Internacional de Colombia (HIC), ubicado en Piedecuesta, Santander, que tras un riguroso proceso de evaluación de más de 16 meses logró convertirse en parte del Mayo Clinic Care Network.
En diálogo con EL TIEMPO, el doctor Víctor Castillo, director del HIC, explica lo que significa este logro para la institución, qué beneficios traerá para los pacientes y cómo esta alianza transformará la atención médica y la formación académica en el país.
¿Qué representa para el hospital haber sido aceptada en la red de la Clínica Mayo, una de las más importantes del mundo?Realmente para nosotros es una gran satisfacción, pero también un gran reto y un gran compromiso. Este proceso con Clínica Mayo fue bien interesante porque fuimos escogidos por ellos. Y según nos comentó el doctor José Solís, el director para las Américas, hicieron una pesquisa y un análisis de muchos hospitales en América Latina. Dentro de todo ese análisis, escogieron a la Fundación Cardiovascular, el Hospital Internacional, que es el nombre comercial del hospital de la fundación.
Hace más o menos 18 meses, en un foro en Bogotá, se me acercó el doctor Solís —a quien ya conocía desde hacía tiempo— y me dijo: “Me acaban de aprobar un proyecto para América Latina, ¿a usted le gustaría participar?”. Yo pensé que era un estudio de investigación o alguna cosa. Le dije que claro, con mucho gusto. Me respondió: “¿Me recibe la semana entrante en su oficina?”. Le dije que sí, con gusto. Vino tres o cuatro días después y nos explicó que querían tener un hospital aliado en Sudamérica, parte del Mayo Clinic Care Network. Nos dijo que, después de muchos análisis, habían decidido que el Hospital Internacional de Colombia era la mejor opción. Que teníamos muchas cosas afines. Obviamente dijimos que sí, que era un honor y un orgullo. Ahí arrancó un proceso que duró desde marzo o abril del año pasado hasta el 27 de junio, cuando hicimos el lanzamiento oficial con Mayo Clinic.

Víctor Raúl Castillo Mantilla, presidente del Hospital Internacional de Colombia Foto:Cortesía
El proceso de diligencia de la Clínica Mayo es complejo y largo. Para poder firmar el acuerdo, ellos revisaron y exploraron todas las áreas institucionales: desde lo científico, económico, jurídico, académico, asistencial y docente. En cada uno de estos aspectos había muchísimos puntos a evaluar.
Uno de los temas más importantes fue la gobernanza: cómo estaba estructurada la institución, si tenía antecedentes legales, si realmente era sin ánimo de lucro, etc. Revisaron también si teníamos problemas jurídicos o no. Fue una evaluación muy rigurosa. Finalmente, después de cumplir con todos los requisitos, fue aprobado por el Board de la Clínica Mayo. En ese momento comenzó la etapa de negociación: cómo íbamos a participar, cómo nos íbamos a afiliar. Cuando ya estuvimos alineados jurídicamente, financieramente, y con los abogados, nos dieron el aprobado y pudimos empezar a usar el logo del Mayo Clinic Network junto con el nuestro.
¿Cuánto tiempo duró todo este proceso y qué parte fue la más exigente?Duró 16 meses desde que comenzaron las evaluaciones. El aspecto más exigente fue, sin duda, el de la gobernanza. Clínica Mayo no quiere vincular su nombre con organizaciones que tengan problemas. También fue clave la parte médica. Nosotros tenemos acreditaciones internacionales como la Joint Commission International, y justamente ellos vinieron a hacer una reacreditación durante el proceso. Eso fue muy intenso, pero también nos ayudó a fortalecer todo.
¿Cómo se traduce esto para los pacientes? ¿Cuáles son los beneficios concretos?Lo primero es que ahora tenemos un compromiso inmenso. Si no somos exitosos, lo peor que puede pasar es que nos quiten la afiliación. Es decir, pasamos del anonimato al riesgo de desprestigio. Por eso tenemos que cumplir con estándares altísimos de mejora continua.
La Clínica Mayo nos abre todo su conocimiento: procesos, algoritmos, protocolos. Pero no se trata solo de copiar. Hay un trabajo conjunto. Por ejemplo, vamos a empezar con cáncer de mama. Somos un centro de excelencia en ese campo. Revisaremos todos los procesos para que nuestros pacientes sean tratados exactamente como lo harían en la Clínica Mayo. ¿Qué implica eso? Que un paciente que llega con sospecha de cáncer de mama tenga, en tres días, todos los exámenes listos y comience su tratamiento al cuarto día. En Colombia, ese proceso suele tardar entre dos y tres meses. La diferencia para el paciente es enorme.
Y no es solo en oncología. Vamos a aplicar este modelo a infarto, cardio, neurología, etc. Además, ya estamos certificados por el Ministerio de Salud en Unidades Funcionales para el Manejo del Cáncer, lo cual complementa perfectamente este trabajo.

Hospital Internacional de Colombia en Santander. Foto:FCV
Sí y no. No es que cualquier paciente pueda pedir una segunda opinión directamente, pero vamos a contar con los llamados tumor boards. En ellos se presentan los casos complejos, y esos espacios están conectados con todos los hospitales de la red de la Clínica Mayo —incluyendo sus tres hospitales propios—. Los casos sencillos ya están protocolizados y no requieren discusión: se siguen los pasos definidos, como mamografía, ecografía, biopsia, etc. Pero los complejos sí se discutirán con toda la red. Eso va a significar diagnósticos más rápidos y mejores decisiones para los pacientes.
¿Entonces los tiempos en general se van a reducir?Totalmente. El objetivo es que el tiempo desde la sospecha hasta el inicio del tratamiento se reduzca de semanas o meses a días. Eso salva vidas. Pero también implica rehacer contratos con aseguradoras para que los pacientes no tengan que esperar autorizaciones. Tenemos que adaptar nuestro sistema de salud para que este modelo funcione bien. Eso no depende de Mayo, pero sí es nuestra responsabilidad.
Además del beneficio clínico, ¿cómo aprovecharán este conocimiento en formación médica?La Fundación Oriental FSB es nuestra universidad. Empezamos este mes con cinco programas de residencia. En tres o cuatro años, esperamos tener entre 45 y 50 programas académicos. El Hospital Internacional y nuestra sede cardiovascular están acreditados por los ministerios de Salud y Educación. Ser parte de la red de Mayo Clinic nos permitirá transmitir ese conocimiento a estudiantes, residentes, médicos internos. Así, vamos a mejorar la salud en Colombia desde la educación, no solo en oncología o cardiología, sino en medicina preventiva, neurología, urología, etcétera.
¿Esta colaboración se enfoca solo en ciertas áreas médicas?Vamos a empezar con oncología y cardiovascular, pero el objetivo es expandir gradualmente a neurología, urología, gastroenterología y muchas más. No lo hacemos todo a la vez porque sería un caos. Queremos hacerlo bien, paso a paso, asegurando los mejores resultados.
¿Con qué frecuencia se da el intercambio de conocimiento?Todos los días. Hay un equipo estratégico médico y de enfermería en contacto permanente con la Clínica Mayo. Viajamos a aprender, y ellos también vendrán a evaluarnos, a enseñarnos, a ayudarnos a implementar procesos. Es un intercambio constante.
¿Qué papel jugará la telemedicina en todo esto?Fundamental. El 90 % de los pacientes que atiende Mayo no están hospitalizados físicamente: son tratados en casa con hospitalización domiciliaria. Nosotros también tenemos una buena base en telemedicina, pero ahora la vamos a fortalecer aún más. Esto va a mejorar la atención, reducir costos y aumentar cobertura. Queremos llevar ese conocimiento a las comunidades de Colombia.
Y esto seguramente atraerá más talento médico e investigadores, ¿no?Claro. Esto eleva el nivel, motiva a nuestros médicos, estimula la investigación y la formación continua. Es un círculo virtuoso.
Sin entrar en política, doctor, ¿qué significado tiene esto en el contexto actual del sistema de salud colombiano?Colombia enfrenta grandes retos en salud. Nosotros decidimos no paralizarnos por la crisis. Le dije a mi equipo que no podíamos hablar de crisis, sino de oportunidades. Que la responsabilidad de lidiar con lo político y lo financiero recaería en la presidencia y vicepresidencias. Pero la construcción debía continuar. En los últimos tres años hemos avanzado muchísimo: transformación digital, inteligencia artificial, y ahora esto: ser parte del Mayo Clinic Network. Todo eso ha ocurrido en medio de lo que llaman la mayor crisis del sistema de salud.
eltiempo