Se suspenden los beneficios del SNAP durante el cierre, lo que provoca largas filas en los bancos de alimentos.

LOUISVILLE, Ky. -- El sábado, personas de todo el país formaron largas filas para recibir comidas y comestibles gratuitos en despensas de alimentos y puntos de distribución en automóvil, después de que los beneficios mensuales a través del Programa Federal de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) se interrumpieran repentinamente debido al cierre del gobierno en curso.

En el Bronx, Nueva York, unas 200 personas más de lo habitual acudieron al banco de alimentos de la organización World of Life Christian Fellowship International. Muchos, abrigados con gorros y abrigos de invierno, empujaban carritos de la compra plegables mientras esperaban en una fila que se extendía por varias manzanas. Algunos llegaron incluso a las 4 de la mañana para elegir entre palés de frutas, verduras, pan, leche, zumo, productos secos y sándwiches preparados.

Mary Martin, voluntaria del banco de alimentos, también depende de él con frecuencia para complementar sus pagos del programa SNAP. Comentó que suele dividir sus aproximadamente $200 mensuales en beneficios de SNAP entre ella y sus dos hijos adultos, uno de los cuales tiene seis hijos y depende especialmente de esta ayuda.

“Si no tuviera la despensa a la que acudir, no sé cómo lo haríamos”, dijo Martin.

“No voy a ver sufrir a mis nietos.”

El Departamento de Agricultura planeaba retener los pagos del programa de ayuda alimentaria a partir del sábado hasta que dos jueces federales ordenaran a la administración efectuarlos. Sin embargo, no estaba claro cuándo se podrían recargar las tarjetas de débito que utilizan los beneficiarios tras el fallo, lo que generó temor y confusión entre muchos de ellos.

En aparente respuesta al presidente Donald Trump, quien dijo que proporcionaría el dinero pero que quería más orientación legal de la corte, el juez de distrito estadounidense John J. McConnell en Rhode Island ordenó al gobierno que informara antes del lunes cómo financiaría las cuentas SNAP.

McConnell, nominado por el presidente Barack Obama, dijo que la administración Trump debe realizar el pago completo para ese día o, si decide utilizar 3.000 millones de dólares de un fondo de contingencia, encontrar la manera de hacerlo antes del miércoles.

El retraso en los pagos del SNAP, un componente esencial de la red de seguridad social del país que beneficia a unos 42 millones de personas, ha puesto de manifiesto las dificultades económicas que afrontan muchos. En el banco de alimentos del Bronx, el reverendo John Udo-Okon afirmó que personas de todos los ámbitos de la vida están buscando ayuda en estos momentos.

“La despensa ya no es solo para los pobres, los ancianos o los necesitados. Ahora es para toda la comunidad, para todos”, dijo Udo-Okon. “La gente llega en coche, aparca y espera a ver si puede conseguir comida”.

En Austell, Georgia, cientos de personas en sus autos recogieron bolsas de alimentos, tanto perecederos como no perecederos, en los carriles de entrega a domicilio. Must Ministries informó que distribuyó alimentos a cerca de 1000 personas, una cifra superior a la de una entrega bimensual habitual.

Las familias que hacían fila dijeron estar preocupadas por no recibir los beneficios del SNAP a tiempo para el Día de Acción de Gracias.

En un evento de entrega de alimentos en automóvil en la Iglesia Bautista Calvary en Louisville, Kentucky, James Jackson, de 74 años y beneficiario del programa SNAP, dijo que está frustrado porque las personas se ven perjudicadas por las decisiones tomadas en Washington y que los legisladores deberían esforzarse más por comprender los desafíos que traen consigo la pobreza y la inseguridad alimentaria.

“Si nunca has sido pobre, no sabes lo que es ser pobre”, dijo Jackson. “Espero que la situación mejore. Espero que la gente reciba sus beneficios del SNAP y espero que nos unamos para querernos, alimentarnos y ayudarnos mutuamente”.

Aunque normalmente hay una larga fila para los eventos de entrega de alimentos en automóvil de la Iglesia Bautista Calvary, el reverendo Samuel L. Whitlow dijo que la despensa de alimentos a la que se puede acudir a pie ha visto una mayor demanda recientemente, con aproximadamente 60 personas adicionales que se presentaron esta semana.

En Norwich, Connecticut, el comedor social y despensa de alimentos de San Vicente de Paúl contó con 10 voluntarios adicionales el sábado para ayudar a la gran cantidad de personas que se esperaban, asegurándose de que se sintieran cómodas y comprendieran los servicios disponibles. Además de alimentos y comidas calientes, el centro proporcionaba comida para mascotas, artículos de higiene personal y controlaba la presión arterial.

“Sienten vergüenza. Les da pena. Así que también hay que lidiar con eso”, dijo la directora Jill Corbin. “Pero hacemos todo lo posible por darles la bienvenida”.

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Haigh informó desde Norwich, Connecticut. El fotógrafo de Associated Press, Mike Stewart, en Austell, Georgia, contribuyó a este informe.