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¡No entres de repente en agua fría! Causa dolor, picazón, supuración y obstrucción del oído.

¡No entres de repente en agua fría! Causa dolor, picazón, supuración y obstrucción del oído.

¡No permanezca mucho tiempo en el mar o en la piscina!

La Dra. Berna Yayla Özker, especialista en enfermedades de oído, nariz y garganta, afirma que la exposición prolongada al agua de mar y de piscina es una de las mayores amenazas para la salud auditiva durante los meses de verano. Afirma: «El agua que entra en el canal auditivo altera su estructura natural, provocando que el cerumen se hinche y lo obstruya. Esto crea un entorno propicio para la proliferación de bacterias y hongos. La humedad y el calor, a su vez, favorecen la rápida proliferación de microorganismos como bacterias y hongos. Además, no secarse bien el oído después de nadar puede provocar que la humedad permanezca en el canal auditivo durante largos periodos, lo que puede provocar diversas enfermedades del oído, como infecciones y hongos en el oído».

No entre en agua fría repentinamente. Causa dolor, picazón, secreción y congestión en el oído.

1- Asegúrate de secarte los oídos después de nadar.

El interior del oído, que permanece húmedo, crea un caldo de cultivo para bacterias y hongos. Por eso, la infección del oído externo, conocida como "oído de nadador", es común, especialmente durante los meses de verano. Para proteger la salud de sus oídos, asegúrese de secarlos después de nadar en el mar o la piscina. Limpie la parte externa del oído con una toalla e incline la cabeza hacia un lado para drenar el agua.

2- No entre de repente en agua fría.

Las piscinas con cloro inadecuado y el agua de mar contaminada pueden provocar infecciones de oído. Las infecciones por hongos (otomicosis) son especialmente comunes en aguas contaminadas. Asimismo, el contacto repentino con agua fría puede causar infecciones de oído, especialmente en personas con oído externo sensible. Por lo tanto, elegir fuentes de agua seguras y limpias y evitar la exposición repentina al agua fría es crucial para la salud auditiva.

No entre en agua fría repentinamente. Causa dolor, picazón, secreción y congestión en el oído.

3- Use tapones para los oídos

Si nada con frecuencia en la piscina o en el mar, la regla más importante es evitar que entre agua en los oídos. Esto se debe a que el agua contaminada y clorada, en particular, aumenta significativamente el riesgo de infección. Por lo tanto, es recomendable usar tapones para los oídos al nadar en el mar o la piscina. La Dra. Berna Yayla Özker, especialista en otorrinolaringología, explica que los tapones reducen el riesgo de infección al evitar que el oído entre en contacto con el agua. Y añade: «Usar tapones puede ayudar a prevenir la recurrencia, especialmente en personas que han tenido infecciones de oído previas. Sin embargo, los tapones deben ser higiénicos y desinfectarse después de cada uso».

4- No limpiar con hisopos de algodón

En lugar de limpiar el interior del oído, los hisopos de algodón pueden empujar la cera hacia el interior. Esto puede provocar una obstrucción o infección. Además, pueden dañar el tímpano. La Organización Mundial de la Salud informa que el riesgo de pérdida auditiva por hábitos inadecuados de limpieza de oídos se acerca al 20 % en todos los grupos de edad. Por lo tanto, la Dra. Berna Yayla Özker enfatiza que la limpieza de oídos debe limitarse únicamente al oído externo, y afirma: «Si es necesario, un otorrinolaringólogo debe extraer la cera».

No entre en agua fría repentinamente. Causa dolor, picazón, secreción y congestión en el oído.

5- Limitar el uso de auriculares

Escuchar música con auriculares durante largos periodos, ya sea de viaje, en la playa o haciendo ejercicio , junto con la sudoración, aumenta la humedad en los oídos, lo que facilita la proliferación de bacterias. Por lo tanto, no olvides desinfectar tus auriculares con frecuencia y limitar su tiempo de uso.

6- Si tienes estas quejas ¡no esperes!

El aumento de temperatura y humedad durante los meses de verano facilita la proliferación de microorganismos. Por lo tanto, si experimenta congestión, dolor o secreción en el oído, consulte a un médico de inmediato. La Dra. Berna Yayla Özker explica que estos síntomas suelen ser un signo de infección durante los meses de verano. Continúa: «Estos síntomas pueden progresar rápidamente, especialmente en niños. Es fundamental consultar a un médico en lugar de esperar a que los problemas se resuelvan por sí solos. Iniciar el tratamiento a tiempo puede reducir el dolor y prevenir complicaciones como la pérdida auditiva».

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