El profesor Kazimierz Imieliński, fundador de la sexología polaca y promotor de la idea de humanizar la medicina, murió hace 15 años.

Fue pionero de la sexología polaca, pero el profesor Kazimierz Imieliński dedicó gran parte de su vida creativa a la idea de humanizar la medicina, recuerda el profesor Zbigniew Izdebski, sexólogo y continuador de la idea de humanizar la medicina en Polonia. El profesor Imieliński falleció el 16 de julio de 2010.
Con motivo del aniversario, el profesor Izdebski impartió la conferencia "De la sexología a la humanización de la medicina: 15.º aniversario del fallecimiento del profesor Kazimierz Imieliński". La presentó el 11 de julio en Dąbrowa Górnicza, ciudad natal del profesor Imieliński en 1929. El profesor Izdebski recordó que se licenció en medicina en 1953 en la Academia de Medicina de Cracovia y que en 1973 fundó en dicha universidad el primer Departamento de Sexología del país. "La sexología polaca adquirió entonces el estatus de ciencia académica", señaló.
– Fue el primer médico en Polonia en obtener el título de especialista en sexología en 1963, y también fue el primer científico en completar una habilitación en este campo (en 1971) y obtener el título de profesor – recordó el profesor Zbigniew Izdebski, jefe del Departamento de Bases Biomédicas del Desarrollo y Sexología de la Universidad de Varsovia y jefe del Departamento de Humanización de la Medicina y Sexología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zielona Góra.
En los años siguientes, el profesor Imieliński se trasladó a Varsovia, donde continuó su trabajo en el campo de la sexología. En 1981, fundó el Departamento de Sexología y Patología de las Relaciones Interpersonales en el Centro Médico de Educación de Posgrado de Varsovia, que dirigió durante muchos años hasta su jubilación. Desarrolló un programa de formación de especialistas en sexología, reconocido internacionalmente como ejemplar, y estableció una red de 86 clínicas de sexología en Polonia. Formó a más de cien especialistas.
«Sin embargo, dedicó gran parte de su vida creativa a la idea de humanizar la medicina», enfatizó el profesor Izdebski. «En 1990, fundó y presidió la Academia Polaca de Medicina, que reunía principalmente a profesores de medicina con intereses humanísticos, pero también a filósofos, abogados, psicólogos y representantes de otras humanidades: autoridades morales y científicas».
Desde 1998, el profesor Imieliński preside la Academia Mundial de Medicina Albert Schweitzer, integrada por 293 profesores de 72 países. Entre ellos se encuentran 34 ganadores del Premio Nobel, 243 rectores y decanos de universidades y 9 presidentes de academias de ciencias.
Por sus destacados logros, fue condecorado con la Gran Cruz de la Orden de Polonia Restituta. Recibió 56 doctorados honoris causa de universidades de 24 países de cuatro continentes y fue profesor honorario en 18 universidades extranjeras, recordó el profesor Izdebski.
El especialista añadió que el profesor Imieliński también recibió la Medalla Hipócrates por crear un nuevo campo de la medicina: la medicina universalista, que combina diversos métodos terapéuticos occidentales con tratamientos tradicionales orientales. Por sus excepcionales contribuciones, Kazimierz Imieliński también fue nominado tres veces al Premio Nobel de la Paz.
«Los logros del profesor Imieliński nos permiten reconocer que los representantes más destacados del mundo científico son capaces no solo de proponer ideas convincentes, sino también de difundirlas con gran eficacia a escala mundial», comentó el profesor Izdebski.
Señaló que el profesor Imieliński predijo correctamente que el siglo XXI traería muchos avances que apoyarían el diagnóstico, la prevención y el tratamiento, pero que la relación médico-paciente debería considerarse aún más como el componente más importante del proceso de tratamiento.
Recordó la advertencia del profesor Imieliński de que "ni siquiera los mayores logros serán suficientes para hacer que la medicina sea más humana y perfecta si se descuida el aspecto psicológico y espiritual de la existencia humana y los médicos se convierten en meros ingenieros del cuerpo".
«Cuando la ciencia ha desplegado todo su arsenal de recursos y ha perdido, un verdadero médico no abandona al paciente. Como antes, como siempre, el médico debe permanecer con el paciente, tocándolo, hablándole, escuchándolo y respondiéndole con calidez y energía, hasta el final», argumentó el profesor Imieliński.
El profesor Izdebski cree que estas ideas no han perdido nada de su relevancia; al contrario, son aún más importantes. «La humanización de la medicina no se opone al progreso médico ni a las tecnologías médicas modernas. Se refiere a la medicina basada en la evidencia, los avances en el conocimiento y las acciones centradas en la filosofía de pensar en las personas, teniendo en cuenta el respeto, la dignidad, la autonomía y los derechos del paciente. La cuestión es simplemente recordar, a pesar de las diversas condiciones y dificultades, la importancia del paciente en el proceso de tratamiento», concluyó.
Zbigniew Wojtasiński (PAP)
zbw/ barra/
La Fundación PAP permite la reimpresión gratuita de artículos del sitio web de Nauka w Polsce, siempre que nos notifique por correo electrónico mensualmente sobre su uso del sitio web y cite la fuente del artículo. En portales y sitios web, incluya la dirección del enlace: Fuente: naukawpolsce.pl, y en revistas, incluya la anotación: Fuente: Sitio web de Nauka w Polsce - naukawpolsce.pl. Este permiso no se aplica a la información de la categoría "Mundo" ni a fotografías o videos.
naukawpolsce.pl