Narcotráfico: el trío de abogados que revoluciona el poder judicial

El miércoles 23 de julio, en el Tribunal de Apelaciones de Nancy, el juez presidente revisó los antecedentes penales de Osman Y., de 42 años, incluyendo doce años en prisión. Una larga trayectoria como traficante, que comenzó al final de su adolescencia. Una vida marcada por penas de prisión y tráfico de drogas de todo tipo. En este nuevo caso, es sospechoso de posesión, transporte e importación de cannabis, cocaína y heroína entre Bélgica, los Países Bajos y Meurthe-et-Moselle. Se enfrenta a diez años de prisión. Pero su abogado parisino, Thomas Bidnic, está decidido a liberarlo de prisión de inmediato.
Su cálculo es matemático: la fiscalía aparentemente no ha respetado el plazo legal de treinta días para resolver, desde que presentó el recurso de apelación el 17 de junio contra la prisión preventiva de su cliente. Esto significaría que Osman Y. lleva cinco días en detención arbitraria y que debe ser puesto en libertad de inmediato.
"Lo peor de una sociedad no es el narcotráfico, sino la arbitrariedad del Estado, de la justicia. Les pido que cumplan con su misión y garanticen las libertades fundamentales", declaró el abogado ante el tribunal. Como muestra de la vergüenza reinante, los tres jueces del tribunal de apelación comenzaron a susurrar entre ellos, mucho más de lo habitual. El fiscal, que representaba a la acusación, balbuceó: "No soy un fiscal fascista y horrible que ordena detenciones arbitrarias". El abogado respondió: "Estoy seguro de que usted no es fascista, pero podría ser peor". Puro Bidnic. El tribunal debía emitir su fallo la mañana del miércoles 30 de julio.
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