Nitacenos: así es la droga 40 veces más potente que el fentanilo
Los nitacenos son “superopioides” 40 veces más potentes que el fentanilo y la OMS advierte su propagación; que son, tipos, cómo se usa y sus efectos
Mérida, Yucatán.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la agencia antidrogas de Estados Unidos, entre otros organismos, advierten que esta nueva droga sintética que se extiende cada vez más en el globo terrestre plantea grandes riesgos para la salud de los consumidores y representan un nuevo y grave reto para la política de control de drogas.
Los nitacenos (opioides benzimidazólicos) son una nueva clase de opioidessintéticos de gran potencia.
Y la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (Cicad) indica que fueron desarrollados por primera vez en la década de 1950 por investigadores suizos, como una alternativa analgésica opioide a la morfina, pero los nitacenos nunca fueron aprobados para uso médico.
Durante muchos años, los nitacenos (también llamados nitazenos) no formaron parte habitual del mercado de drogas ilícitas y los informes más destacados sobre su consumo recreativo antes de 2019, se referían a diez muertes en Moscú en 1998, y un hecho aislado en Utah en 2023 por fabricación.
Además, las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Undoc ) registró 54 muertes en el Reino Unido entre el 1 de junio y el 7 de diciembre de 2023, quienes no sabían que los estaban consumiendo porque iban mezclados.
A medida que los nitacenos fueron apareciendo en todo el mundo, los fabricantes ilícitos han ido sintetizando continuamente nuevos tipos químicamente distintos.
En la actualidad, se han identificado al menos 13 tipos diferentes de nitacenos.
- El nitaceno más extendido es el isonitaceno (ISO)
- Pero entre otros nitacenos comunes se incluyen: Metonitaceno
- Protonitaceno
- Butonitaceno
- Etodesnitaceno
- Flunitaceno
- N-pirrolidinio etonitaceno
Las personas pueden consumir nitacenos por las mismas razones por las que consumen otros opioides, ya que los nitacenos están diseñados sintéticamente para imitar los efectos de los opiáceos tradicionales.
El consumo de nitacenos puede estar motivado por la automedicación para trastornos físicos, mentales o emocionales o por el deseo de experimentar los efectos de los opioides.
Quien consume nitacenos siente euforia, relajación, somnolencia y reducción del dolor.
Sin embargo, la Organización de los Estados Americanos (OEA) advierte que hay personas que podrían consumir nitacenos de forma involuntaria, ya que suelen mezclarse con otras drogas o falsificarse como tales (por ejemplo, heroína, fentanilo, benzodiacepinas u otras drogas sintéticas) para aumentar su potencia y abaratar el costo.
Muchos consumidores pueden no ser conscientes de que están consumiendo nitacenos, lo que les hace especialmente vulnerables a los riesgos que plantea su consumo. Este consumo involuntario es también uno de los factores que hacen más difícil la recopilación de datos completos sobre el consumo de nitaceno.
Los nitacenos están disponibles en muchas formas, como pastillas, polvos y aerosoles, tanto en forma “pura” como mezclados con otras drogas.
Las vías de administración de nitaceno incluyen:
- Vía intravenosa
- Vía intranasal
- Vía oral
- Vía sublingual
- Inhalación (vaping)
La OMS advierte que los nitacenos son muy adictivos y su uso continuado puede generar dependencia y pueden causar mareos, náuseas, vómitos, desorientación y pérdida de conciencia.
Al igual que otros opioides, presentan un alto riesgo de depresión del sistema nervioso central o respiratorio, así como de paro cardíaco.
Asimismo, presentan un riesgo especialmente elevado de sobredosis y mortalidad por sobredosis, debido a su elevada potencia.
La potencia de los nitacenos varía considerablemente, pero todos ellos son mucho más potentes que los opiáceos naturales (no sintéticos), como la morfina.
Y aunque los estudios sobre la dependencia son limitados, se sabe que el síndrome de abstinencia tiene un elevado potencial de ser grave y doloroso.
El propio fentanilo suele ser entre 25 y 50 veces más potente que la heroína, que es aproximadamente el doble de potente que la morfina.
El nitaceno más común (ISO) es entre 250 y 900 veces más potente que la morfina, mientras que el nitaceno más potente es hasta 4,300 veces más potente que la morfina, sostiene un estudio de la Cicad.
Como sustancia emergente que es motivo de preocupación, no se cuenta con un panorama completo del consumo de nitaceno porque no hay datos suficientes. no hay bases de datos, encuestas ni estudios clínicos suficientes, informa el Cicad.
En América, solo Brasil, Canadá y los Estados Unidos cuentan con datos relacionados con el consumo y estos son en gran medida incompletos o son medidas indirectas del consumo real.
Al examinar la información disponible en la región, la Undoc reconoce que no se encontraron datos sobre el consumo de nitaceno en América Central o el Caribe.
El Sistema de Alerta Temprana (SAT) sobre Nuevas Sustancias Psicoactivas(NSP) de la Undoc indica que los nitacenos se están extendiendo por América y Europa.
Dice que primero se detectaron por primera vez en 8 países en 2019 y que luego aumentó a 19 países en 2022.
Los informes más frecuentes correspondieron (por orden) a los Estados Unidos, Canadá, Letonia, Estonia, Reino Unido, Suecia y Alemania. Según el sistema de alerta temprana de UNODC, hasta febrero de 2024 se notificaron nitacenos procedentes de Asia, Europa, América del Norte, Oceanía y América del Sur.
Sin embargo, todavía no se dispone de informes detallados. Mientras que la revisión del material bibliográfico disponible sobre nitacenos en América Latina encontró únicamente una referencia específica de Brasil, los nitacenos podrían estar presentes en muchos otros países de la región que aún no los han detectado ni notificado.
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La fabricación, trasiego y consumo de nitacenos, significa un gran riesgo para la salud de la población y representan un nuevo y grave reto para la política de control de drogas.
Mientras tanto, los productores ilícitos han seguido desarrollando nuevas formas de nitacenos desde hace más de cincuenta años, cuando se sintetizaron por primera vez.
Aunque los datos siguen siendo limitados, el consumo de nitacenos parece estar aumentando, especialmente en Canadá y los Estados Unidos.
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