Niebla mental en la menopausia: cuáles son sus síntomas y cómo frenarlos
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En la actualidad hay tantas razones que podrían explicar la falta de concentración y la pérdida de memoria, que no resulta fácil achacar los despistes o los olvidos cotidianos a una sola causa. De hecho, el origen de estos síntomas podría repartirse en la mayoría de los casos, entre el abuso de las nuevas tecnologías y las redes sociales, por un lado, y el insomnio y el estrés, por otro.
Sin embargo, hay otra posible causa que entra en juego en el caso de las mujeres, la menopausia. Esta etapa de la vida también puede ser el desencadenante de lo que se conoce como “niebla mental”, un concepto que integra un conjunto de síntomas relacionados con la memoria y la atención. Entre los cuales, la doctora Belén Tobera, especialista en Ginecología y Directora de la Clínica Ginecológica que lleva su nombre en Gijón, destaca “la dificultad para concentrarse, los despistes, los olvidos cotidianos y la sensación de que la cabeza va más lenta”.
Esta dificultad para recordar o pensar con claridad no son “coto privado” de la menopausia. Es más, no todas las mujeres lo experimentan. La niebla mental puede darse por los cambios hormonales en la menopausia, pero también aparece “en situaciones de estrés crónico, alteraciones del ánimo como la depresión o ansiedad, y debido a la toma de fármacos”, asevera la experta.
Ahora bien, como decíamos, la menopausia y la niebla mental no van necesariamente de la mano. “Hay mujeres que no la perciben apenas y otras que sí que hacen referencia a síntomas claros”, apunta Tobera.
“Se calcula que hasta un 60 % de las mujeres experimenta algún tipo de alteración cognitiva durante esta etapa. Cuando esto ocurre -explica la doctora- suele ser algo pasajero, concentrado en torno a este periodo de transición a la menopausia, de los 45 a los 55 años”.
Hormonas y claridad mentalA lo largo de esos años de transición, la mayoría de los cambios que experimentan las mujeres en su organismo giran en torno a la caída de estrógenos propia de este proceso biológico. Así, a los síntomas más conocidos como los sofocos, el insomnio, o el aumento de peso, habría que añadir en muchos casos, “los olvidos frecuentes, la dificultad para concentrarse, los problemas para encontrar palabras al hablar (tener una palabra en la punta de la lengua), no recordar nombres, tener la sensación de lentitud mental o de que cuesta más organizar las ideas, o experimentar menor agilidad para aprender o recordar información nueva”, detalla la experta.
Todos estos síntomas se deben sobre todo a los cambios hormonales, “en especial a la caída y fluctuación de los estrógenos, que influyen directamente en zonas del cerebro relacionadas con la memoria, la atención y la agilidad mental”, aclara.
Además, “a esto se suman factores que empeoran la claridad mental, como los sofocos, el insomnio, la ansiedad o el estrés, muy frecuentes también en esta etapa”.
Difícil librarseParece que la mayoría de las mujeres entre 45 y 55 años “tienen muchos números” para que les toque vivir una etapa en la que pensar, concentrarse y recordar puede costar un poco más que antes.
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A la inevitable bajada de estrógenos, hay que sumarle ciertos hábitos que pueden potenciar esos síntomas. Así, “dormir poco o mal, llevar una vida muy estresante, el sedentarismo, una alimentación poco equilibrada o el exceso de actividades o tareas diarias pueden favorecer la niebla mental en la menopausia”, asegura la ginecóloga. Es más, “todo aquello que altere el descanso o sobrecargue el cerebro, empeorará la concentración y la memoria”, añade.
Aunque, afortunadamente, la niebla mental no es algo permanente, lo cierto es que mientras dure, no tenemos por qué aceptar sin más sus efectos. Para mitigar sus efectos, la doctora señala la dieta y el ejercicio como las dos principales herramientas para reducir los síntomas. “Llevar una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, pescado, legumbres y con buen aporte de calcio y vitamina D, ayuda a la salud en general, y a la cerebral, en particular”, apunta Tobera.
Dormir poco o mal y llevar una vida estresante pueden favorecer la niebla mental en la menopausia
Además, “la práctica de ejercicio regular, aeróbico y de fuerza, mejora la circulación, regula el ánimo y el sueño, y se ha visto que favorece la memoria y la concentración en esta etapa”, asegura.
Consejos para sobrellevarloMás allá de la dieta y el ejercicio, la doctora aconseja tratar los síntomas de la menopausia como estrategia para mejorar los de la niebla mental. Así, “si los sofocos o el insomnio son intensos, la terapia hormonal o alternativas fitoterápicas pueden ayudar. Además, cuidar el sueño, la salud emocional y los hábitos de vida es fundamental”.
En cualquier caso, Tobera insiste en que lo más eficaz es cuidar los hábitos diarios. Y para ello, sugiere los siguientes consejos:
- Dormir suficiente y con calidad. Establecer rutinas de sueño y evitar pantallas antes de acostarse.
- Ejercicio y movimiento diario. Dos buenas opciones son caminar y nadar, combinándolo con ejercicios de fuerza leve-moderada.
- Cuidar la alimentación. Llevar una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, legumbres y pescado, que incluya ácidos grasos omega-3, Gingko biloba, vitaminas del grupo B y D y magnesio. También una suplementación adecuada puede ayudar. Eso sí, siempre ha de tomarse bajo control y supervisión médica.
- Gestionar el estrés. Practicar técnicas de relajación, respiración o mindfulness.
- Consultar con su médico. Este valorará la indicación de tratamiento hormonal en los casos en que sean necesarios.
Afortunadamente, la niebla mental no es uno de esos problemas que vienen para quedarse. Sus incómodos síntomas están de paso. Así lo asegura la experta: “A medida que finaliza la etapa de transición hacia la menopausia, los niveles hormonales se estabilizan, y en ese momento, la mayoría de las mujeres experimentan una mejoría en su claridad y rendimiento mental”.
El Confidencial