Ni falta de protección solar ni estrés: las dos enfermedades por las que podrías desarrollar rosácea

La rosácea es una afección de la piel del rostro bastante común en España (5-10 por ciento de la población) que ocasiona enrojecimiento visible, con presencia de protuberancias de manera excepcional, así como vasos sanguíneos dilatados y sensación de ardor. Se trata de síntomas que pueden permanecer durante semanas y desparecer, provocando los famosos brotes dermatológicos.
Hasta la fecha, entre las causas posibles de esta enfermedad de la piel se encontraban la genética, un exceso de exposición solar sin protección, el consumo habitual y desmedido de alcohol, cafeína y sustancias picantes, el estrés, y la presencia en el menor de los casos del ácaro 'demodé folliculorum'. Recientes estudios ponen sobre la mesa dos nuevas causas posibles.

Además de las causas 'tradicionales', el doctor Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral habla de otros dos posibles factores detrás de la rosácea: la disbiosis intestinal y la bacteria 'helicobacter pylori'.
"En los últimos tiempos, varios estudios científicos relacionados con la microbiota y el eje intestino-piel, han demostrado cierta relación entre una disbiosis intestinal producida por SIBO (sobrecrecimiento bacteriano en el instestino delgado) y la rosácea". La enfermedad inflamatoria intestinal es cada vez más común, y una causa directa de muchas enfermedades.
La segunda enfermedad que podría estar oculta tras una rosácea es la presencia de la bacteria helicobacter pylori. Puesto que más del 70 por ciento de las células inmunitarias del cuerpo se localizan en el intestino, es clave mantener una microbiota intestinal saludable. La inflamación del organismo puede manifestarse también en forma de rosácea.

El tratamiento para combatir tanto el helicobacter pylori como el SIBO incluye fármacos efectivos (antibióticos tópicos y orales, neuromoduladores), así como terapias físicas de láser colorante pulsado, KTP, láser amarillo, de luz pulsada intensa… capaces de diminuir esa vascularización excesiva y visible.
Así pues, mejorar ambas enfermedades va a contribuir a mejorar también el aspecto de la rosácea. "Además, el tratamiento con probióticos con las cepas escherichia coli nissle, bifidobacterium y lactobacillus salivarius, entre otras, ha demostrado una mejor recuperación de los pacientes con esta enfermedad de la piel", explica el doctor.

Aunque se desconoce el origen de la rosácea, esta podría tener una causa genética, una respuesta exagerada del sistema inmunitario o factores de la vida cotidiana. Esta patología de la piel no está causada por una mala higiene y tampoco es contagiosa.
En cuanto a los brotes, los expertos de Clínica Mayo estiman que podrían estar determinados por el sol y el viento excesivos; la ingesta de bebidas muy calientes; las comidas picantes; la ingesta de alcohol; el estrés emocional; y algunos medicamentos que pueden dilatar los vasos sanguíneos.
Por todo ello, la recomendación es llevar un estilo de vida saludable basado en la dieta mediterránea que equilibre la microbiota intestinal (a base de frutas, verduras, pescados, frutos secos, arroz integral). La meditación para controlar el estrés y la ansiedad también tienen repercusiones positivas contra al rosácea. Y, por supuesto, utilizar el protector solar lo más emoliente posible todos los días del año.
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