Cómo prevenir el Bali Belly y otras afecciones gastrointestinales que afectan a los turistas
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Hasta un 16% de los viajeros que visitan el sudeste asiático sufre la conocida como Bali Belly, una gastroenteritis causada habitualmente por alimentos o bebidas contaminadas, que puede provocar síntomas como dolor abdominal, náuseas o diarrea intensa. Este se ha convertido en uno de los problemas más frecuentes, y más compartido en redes sociales, entre quienes viajan a destinos internacionales con condiciones sanitarias diferentes a las propias.
En general, las modificaciones asociadas al turismo pueden desencadenar lo que se conoce como “enfermedad del viajero”, un conjunto de alteraciones digestivas, como la diarrea o el estreñimiento, que interfieren con el confort y pueden afectar negativamente la experiencia si no se tratan adecuadamente. “La diarrea del viajero es una afección gastrointestinal muy frecuente, que afecta hasta al 60% de los turistas, dependiendo del lugar al que se desplacen”, explica el Dr. Miguel Ignacio López, médico especialista en medicina familiar y comunitaria y colaborador de Schwabe Farma Ibérica. “Los desencadenantes pueden ser diversos: infecciones bacterianas, virales o parasitarias, aunque las bacterias suelen ser la causa más habitual”, señala.
Cuando se trata del equilibrio digestivo durante las vacaciones, la mejor estrategia es anticiparse. “Más allá de medidas básicas como evitar el agua no embotellada o limitar el consumo de alimentos crudos en destinos tropicales o lejanos, tomar probióticos antes de emprender el viaje puede ser una forma sencilla de proteger el sistema digestivo. Los productos de la gama Pegaso, formulados con cepas específicas, pueden ayudar a reforzar la microbiota frente a situaciones frecuentes como los cambios de dieta, el desfase horario o el estrés del trayecto”, apunta el doctor Miguel López.
También es aconsejable mantener, en la medida de lo posible, ciertos hábitos digestivos aunque se esté fuera de casa: respetar horarios de comida, incluir alimentos ricos en fibra soluble como avena o plátano, y realizar caminatas suaves o actividad física moderada contribuye a favorecer el tránsito intestinal. Alternar platos locales con opciones más ligeras puede ayudar a evitar sobrecargar el sistema digestivo, especialmente en lugares donde la cocina es muy condimentada o grasa.
Uno de cada cuatro viajeros sufre de estreñimientoAunque se habla menos de ello, el estreñimiento es otra molestia frecuente durante las vacaciones, llegando a afectar hasta al 25% de los viajeros. La inactividad física, los desplazamientos prolongados en coche o avión, la desorganización de los horarios de comida, el bajo consumo de fibra y agua, así como el estrés asociado al viaje, pueden ralentizar el funcionamiento intestinal y generar sensaciones de pesadez, hinchazón o dificultad para evacuar.
Para minimizar este riesgo, se recomienda seguir prácticas sencillas como una adecuada hidratación, una dieta rica en fibra, con frutas como ciruelas, peras, kiwis o manzanas con piel, y verduras como espinacas, alcachofas, zanahorias cocidas o brócoli, además de cereales integrales. También es clave evitar estar mucho tiempo sentado, atender las señales del cuerpo incluso en entornos poco familiares y tratar de conservar ciertos hábitos diarios.
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En casos puntuales de estreñimiento, los probióticos con cepas específicas y componentes como los galactooligosacáridos pueden ser útiles para favorecer el equilibrio de la microbiota intestinal. Por otro lado, “existen alternativas como Pegaso Modulax, formulado con lactulosa, fibra prebiótica, concentrado de zumo de ciruelas y extractos vegetales como tamarindo, hibisco, hinojo o hierba luisa, que contribuyen al mantenimiento de un tránsito intestinal regular”, señala el doctor Miguel López.
Ante cualquier trastorno digestivo que persista durante el viaje, ya sea diarrea, estreñimiento u otros síntomas gastrointestinales, es recomendable acudir a un profesional sanitario. “Un abordaje temprano y adecuado de estos problemas es fundamental para evitar complicaciones y preservar la salud digestiva durante y después de las vacaciones”, concluye el doctor López.
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