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Un experto explica: Por qué la toma de decisiones compartida mejora el tratamiento de la EM

Un experto explica: Por qué la toma de decisiones compartida mejora el tratamiento de la EM

La toma de decisiones compartida (SDM) es un proceso en el que el paciente y el proveedor de atención médica toman una decisión médica juntos.

La toma de decisiones compartida (TDC) describe un proceso conjunto en el que el paciente y el médico toman una decisión médica conjuntamente. Esta decisión se basa tanto en la experiencia médica como en las preferencias y circunstancias personales del paciente.

La SDM es particularmente importante en la esclerosis múltiple (EM), una enfermedad compleja con una progresión altamente individualizada y numerosas opciones de tratamiento. La EM se considera una enfermedad sensible a las preferencias , en la que las preferencias del paciente desempeñan un papel fundamental en la elección del tratamiento.

Numerosos estudios demuestran los beneficios del SDM en el tratamiento de la EM:

Una revisión de Pöttgen et al. (2018) muestra que la participación del paciente en las decisiones terapéuticas, especialmente con terapias modificadoras de la enfermedad (TME), mejora la adherencia al tratamiento. Según los autores, la comunicación clara y comprensible de información centrada en el paciente es especialmente importante.

Feys et al. (2023 ) utilizaron un estudio Delphi con 69 expertos en EM para desarrollar recomendaciones concretas para la implementación de la TDC en la práctica. Su conclusión: la TDC debe ser parte integral de todo el proceso de tratamiento, tanto durante la terapia inicial como en las escaladas terapéuticas.

La herramienta digital MS-SUPPORT se ha desarrollado para ayudar a los pacientes a elegir un TME. Diversos estudios demuestran que no solo facilita la toma de decisiones, sino que también mejora la comunicación con los médicos.

Una revisión sistemática de 2023 realizada por Lippa et al. también muestra que muchos pacientes con EM desean una mayor participación en las decisiones sobre el manejo de los síntomas (p. ej., fatiga, espasticidad). Por lo tanto, la terapia basada en la conducta (SDM) debería ir más allá de la elección de la terapia modificada genéticamente (TME).

En la práctica, los médicos siguen dictando con frecuencia el tratamiento de la EM, a pesar de que estas decisiones, tomadas durante las consultas iniciales o como parte de la terapia de intensificación, tienen un impacto significativo en la vida de los afectados. Esto ocurre a pesar de que estudios demuestran que una relación médico-paciente basada en la igualdad genera mayor cooperación, adherencia al tratamiento y satisfacción del paciente. Esta toma de decisiones participativa requiere que los médicos expliquen a los pacientes las ventajas y desventajas del tratamiento correspondiente, así como otras opciones. Los afectados tendrían entonces la oportunidad de evaluar los riesgos y las oportunidades de los tratamientos presentados desde su propia perspectiva. ¿Es esto posible y sensato para la gente común? Sí, porque los pacientes se conocen mejor a sí mismos y saben qué tipo de terapia se adapta a su vida diaria. Los pacientes evalúan desde su propia perspectiva, considerando diversos aspectos sociales, su participación en la vida y su calidad de vida.

  1. Mejora de la comunicación médico-paciente
  2. Mayor cumplimiento a través de la participación en las decisiones del tratamiento
  3. Más confianza y apertura en las discusiones sobre el tratamiento.
  4. Fortalecimiento de la autonomía: los afectados pueden opinar,
  5. Lo que encaja en tu vida diaria
  6. Apreciación y reconocimiento de la realidad de la vida individual
  7. La perspectiva del paciente se incorpora activamente a la terapia.
  8. Incluso temas delicados como la planificación familiar pueden discutirse más abiertamente.
  9. Los temas tabú como la incontinencia tienen más probabilidades de encontrar espacio en la conversación.
  10. Menos miedo al “trato desde arriba”

El camino hacia una mayor SDM pasa por cambios estructurales:

  1. Formación para médicos que ya ejercen : La comunicación a la altura de los ojos se puede aprender
  2. Ajustes en los estudios de medicina : Los futuros médicos deben prepararse desde el principio para una actitud centrada en el paciente
  3. Cambio cultural en la atención sanitaria : Los pacientes no son receptores de órdenes y esto no significa que los médicos no participen, sino que las decisiones se toman en conjunto.

Una objeción frecuente al SDM es el aumento percibido del tiempo requerido. Sin embargo, los estudios muestran una situación diferente:

Una revisión general realizada por Moriah E. Ellen et al . muestra que la SDM generalmente no aumenta significativamente los costos ni el tiempo de consulta. Inicialmente, la capacitación puede requerir un esfuerzo adicional, pero con la práctica, el proceso se vuelve más eficiente, no más lento.

Conclusión: La toma de decisiones compartida es un pilar fundamental para una atención moderna, individualizada y humana, especialmente para enfermedades crónicas como la esclerosis múltiple. Se trata de ver a los afectados como expertos en sus propias vidas y tomarlos en serio. Al fin y al cabo, ¡las mejores decisiones surgen del diálogo!

El Dr. Mimoun Azizi es el médico jefe del Centro de Geriatría y Neurogeriatría del KVSW y neurólogo. Forma parte de nuestro Círculo de EXPERTOS . El contenido presenta su perspectiva personal, basada en su experiencia individual.

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