En tiempos de gran pérdida: Mantenerse saludable a pesar del dolor



Las mujeres pueden sufrir el duelo con más facilidad que los hombres, pero pueden experimentar síntomas físicos como acidez de estómago o agotamiento. / © Getty Images/JulPo
El duelo se manifiesta de forma diferente en cada persona, y no se puede definir en un período específico. Las consecuencias físicas tras la pérdida de un familiar o amigo cercano tampoco son infrecuentes: desde dolor de espalda y migrañas hasta problemas digestivos y palpitaciones. Sin embargo, hay señales de alerta que indican que es hora de buscar ayuda profesional.
"Las personas que están de duelo realmente se sienten enfermas. Y a menudo tenemos que asegurarles que los síntomas que presentan son completamente normales", dice la consejera de duelo Marei Rascher-Held. Porque cuando tienes problemas físicos Si sientes dolor cuando no puedes dormir porque estás de duelo, entonces se trata de una reacción al estrés: «El cuerpo está trabajando y expresándose», con todos los síntomas que ello conlleva. «Cuando mi alma está enferma, no puedo digerir bien, algo me revuelve el estómago, o aprieto los dientes, me tenso y tengo problemas en los hombros».
"El duelo en sí no enferma", confirma el investigador y autor especializado en duelo Roland Kachler. "Es una reacción completamente normal de nuestro sistema de apego". Pero el duelo crónico también puede desencadenar procesos patológicos a través de predisposiciones preexistentes. El cuerpo se encuentra entonces sometido a un estrés constante y el sistema inmunitario se activa constantemente de forma subliminal, aunque al mismo tiempo esté debilitado. Esto puede resultar en la llamada "inflamación silenciosa". Esta a menudo se manifiesta con síntomas que van desde el agotamiento hasta la fatiga, trastornos dolorosos, especialmente en el esqueleto y los músculos, pero también con una susceptibilidad constante a resfriados e infecciones. En ocasiones, también se presenta dolor migratorio.
La psicóloga, que actualmente trabaja en un libro titulado "El cuerpo en el duelo", ha observado que el duelo se manifiesta de forma diferente según el sexo: "Los hombres reaccionan con mucha más intensidad a través de los músculos y la fascia", afirma Kachler. Intentan afrontar el dolor de la pérdida con fuerza. Como resultado, suelen sufrir durante mucho tiempo dolor de espalda y hombros, tensión muscular, bruxismo y problemas reumáticos.
A las mujeres, por otro lado, les puede resultar más fácil afrontar el duelo. «Están más dispuestas a afrontar el duelo y el dolor», afirma Kachler. A menudo reaccionan a la pérdida con angustia; por ejemplo, la sensación de que... Puede que les arda el corazón . O pueden sentir opresión en el pecho y respirar superficialmente. La fatiga y la debilidad también son consecuencias físicas comunes.
"Especialmente cuando la muerte fue inesperada, por ejemplo, porque un hijo falleció (repentinamente) o un ser querido falleció por suicidio, accidente o violencia, el dolor de la pérdida se manifiesta en estas discapacidades durante mucho tiempo", afirma Rascher-Held, presidenta de la Asociación Alemana de Consejería de Duelo. Otras circunstancias acompañantes, como no poder despedirse o la falta de una red social sólida, también pueden agravar el duelo: "Estos son factores de riesgo que pueden hacer que el duelo se arraigue físicamente".

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